¡QUÉ BUENA ES LA LIMPIEZA!
Estar limpios y aseados, además de mostrar que nos cuidamos, evita las enfermedades. En ocasiones, nos olvidamos de esta limpieza, sobre todo en estos días de estar en casa, puesto que, a veces, no vemos a las consecuencias que tiene no bañarnos o asearnos bien.
Cada día, debemos ducharnos, cubrir de jabón nuestro cuerpo, cepillarnos los dientes tras el desayuno y, después de cada comida y antes de acostarnos, así evitaremos que el ratón Pérez se lleve un disgusto al recoger nuestros dientes y así será más difícil ponernos malos.
